 Audanyeh
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| Raza | Tauren |
| Edad | 31 años |
| Alineamiento | Caótico bueno |
| Afiliación(es) | Horda, Tribus Tauren unificadas, Orden Caminasol.
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Audanyeh Tótem de Sal (n. Los Baldíos) es un tauren caminasol con rango de guardia de piedra de la marina de la Horda.
Aspecto[]
Su pelaje totalmente negro, correctamente cuidado y conjugado con su armadura de placas oscuras le dota de severidad. Su altura, anchura de espaldas y grandeza física le hacen ser muy imponente, y tanto este aspecto como sus atuendos generan majestuosidad y sensación de ser un tipo estoico. Tiene una expresión facial severa y grave, con ojos grises, una barba larga recogida en una trenza y uno de sus dos cuernos anillados. Se mueve de manera firme y resuelta, con unos andares marciales.
Personalidad[]
Inteligente y reflexivo. Su carácter tranquilo, firme y solemne inspiran respeto. No obstante, es muy entregado a sus seres queridos y su actitud es muy cariñosa y amable con respecto a ellos.
Su estilo de lucha caminasol, caracterizado por la rapidez en combate y el uso de magia sagrada, tiene ciertas influencias marciales, conociendo las formas de luchar en formación y en grupo. Utiliza lucha adaptativa, valiéndose de uso del medio e incluso de cornadas.
Creencias[]
La Madre Tierra en general y An'she en particular son su base para sus valores morales de justicia y respeto a la naturaleza, que determinan su cosmovisión. Sin embargo, como expresión del espíritu pragmático y maquiavélico característico de la política y de la guerra (la cual no considera más que la continuación de la política por medios violentos) que ha atravesado sus experiencias vitales, un fin correcto justifica los medios, con lo cual admite de manera controlada el subterfugio y la crueldad. Puede llegar a pasarse de cruel en situaciones extremas, no le importa para nada llenarse de sangre, disfrutaría con la muerte de un enemigo acérrimo o de un opresor y utilizaría medios poco ortodoxos para cumplir un fin que considere beneficioso para los demás. Es la expresión del caótico bueno: persecución de lo que considera correcto, pero con plena adaptabilidad de acción. Debido al bagaje ideológico de los caminasol, que proviene del cuerpo de caminamillas de la Tribu Pezuña de Sangre, los cuales no eran otra cosa que agentes y diplomáticos afines a la Luz del Sol que no hacían ascos al uso del subterfugio con tal de promover el bien mayor de proteger a su pueblo, estas características ideológicas del personaje no chocan particularmente con los principios de los caminasol (a diferencia de otros paladines caracterizados por un elevado moralismo, como los de la Alianza).
Considera como parte de su deber el estudio exhaustivo de las manifestaciones de la Luz, de la nigromancia y de la brujería, con el fin de combatir el fanatismo de la Luz y los usos inmorales y dañinos de la brujería y la nigromancia, tolerando estas dos últimas siempre que se utilicen adecuadamente.
Ideología[]
Defiende la situación de la Horda como confederación, con cancillería y ejército unificados, pero como una unión de Estados soberanos. Considera que la Horda debería ser un punto de unión para un conjunto de pueblos hermanados que debe defenderse de todas las pretensiones imperialistas y represoras, principalmente la Alianza, pero no convertirse en una facción imperialista.
Ocupación[]
Caminasol, oficial del ejército, diplomático militar.
Historia[]
Su nacimiento se sitúa en el apogeo del conflicto entre las Tribus Tauren y los centauros. Pasó su infancia al abrigo de la tribu Pezuña de Sangre, itinerante entre el mar y la feroz tierra de Los Baldíos. En su juventud y en medio de la guerra contra los centauros, se unió al cuerpo de caminamillas, exploradores y diplomáticos de la tribu Pezuña de Sangre afines a la Luz del Sol. En este contexto, y como resultado del primer contacto de los tauren con la Horda, rápidamente formó buenas relaciones con los contingentes de orcos y trols que apoyaron a los tauren contra los centauros. De esta forma, apoyó gustosamente la integración del pueblo tauren en la Horda.
Después de la victoria ante los centauros y el asentamiento de las tribus tauren en torno a Cima del Trueno, formó parte de las fuerzas de la Horda en la batalla del Monte Hyjal primero y la guerra de la Horda contra Kul Tiras después.
Tras la estabilización de la Horda, dedicó los años de su vida desde la fundación de Cima del Trueno y Durotar hasta el Cataclismo a estudiar filosofía, politología, antropología y teología, amén de diversos trabajos en las marinas mercante y militar de la Horda para ganarse el pan. Dada su experiencia en el culto a la Luz del Sol como caminamillas, se unió a la recién fundada Orden Caminasol con el despertar de Alamuerte, donde inició su actividad como militar del ejército de la Horda.
Sus acciones en la campaña de la Horda en las Tierras Altas Crepusculares, Vashj'ir y Tol Barad en la marina militar de la Horda le valieron la ascensión al rango de guardia de piedra y la integración en el Mando Grito Infernal, pero su desobediencia directa de una superior le valió la expulsión del Mando. Tras ello, se tomó un permiso de unos meses y poco después del descubrimiento de Pandaria publicó un ensayo contra el gobierno de Garrosh Grito Infernal, por lo que fue tomado como preso político por el régimen. No fue liberado por rebeldes Lanza Negra hasta el comienzo de la rebelión contra Garrosh, en la que participó activamente.
Tras el derrocamiento del jefe de guerra, participa activamente en el mejoramiento del sistema político y económico de la Horda, trabaja de diplomático militar entre los pandaren y la Horda, socializándose en su cultura para establecer relaciones de cooperación logístico-militar, y permanece en contacto con los colonos tauren de Dezco Cazador del Alba, brindándoles ayuda voluntaria y compartiendo con ellos conocimientos sobre la Luz del Sol.
Con la conexión entre Azeroth y Draenor, dedicó sus esfuerzos en las facciones allegadas a la Horda, como los Lobo Gélido y los Riecráneos, operando desde la ciudadela de la Horda en Muro de Hielo.
Al producirse la llegada de las fuerzas de la Legión Ardiente a Azeroth e iniciarse la campaña en las Islas Abruptas, sus cometidos están definidos en dos campos concretos: por un lado, la presión sobre las fuerzas de la Legión desde sus actividades al servicio de la Horda como diplomático y oficial del ejército; por otro, la investigación sobre la naturaleza de la Luz en pos de su uso más eficaz contra la Legión al servicio de la neutral y refundada Orden de la Mano de Plata.
Tras la bipolarización del sistema mundial iniciada con la caída de Teldrassil, ha elegido abandonar la Orden de la Mano de Plata para evitar afiliaciones cruzadas antagónicas; dedicándose en exclusiva a la Horda y a la Orden Caminasol. Actualmente, colabora de forma activa en pos de la cooperación e integración entre la marina de la Horda y la armada Zandalari en Dazar'alor; guardando severas antipatías hacia el viraje imperialista de la Jefa de Guerra Sylvanas. Como consecuencia de ello, volvió a pasar a la clandestinidad en medio de la Cuarta Guerra para, de nuevo, rebelarse contra otra Jefatura de Guerra destructiva. Tras la huida de Sylvanas y la reconstitución del liderazgo de la Horda en forma de Consejo, se ha ofrecido voluntario para las labores de refundación y reconstrucción de Lordaeron de la Horda, a las cuales se dedica en la actualidad.
Notas off-rol[]
Tema del personaje: Ictus - Imperium.