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Horda Necrop
Necrop

Necrop el Cruel es un guerrero no-muerto. Actualmente es miembro de Legión del Abismo.

Aspecto físico[]

Pese a ser un no-muerto su cuerpo sigue siendo duro y curtido gracias a la sangre que en mil batallas logró arrebatar.

Personalidad[]

Necrop es un no-muerto de pocas palabras y de frío caracter. Extremadamente cruel.

Ocupación[]

Perro de presa de la Legión, guardián del Trono y Señor de la Forja.

Familia[]

Este despiadado guerrero adoptó un hijo y le dio el amor que jamás demostró por nadie, pero su mente dedicada a la guerra no fue capaz de encontrar un nombre, así que tras varias noches sin dormir decidió llamarle Minecrop, pues fue lo único que se le ocurrió.

Minecrop tiene cuatro años y se le ve corretear por Orgrimmar persiguiendo alimañas para luchar contra ellas, imaginando que son grandes héroes de la Alianza. La sed de sangre de Necrop el Cruel se hace presente en él.

Trasfondo[]

Necrop fue uno de los primeros en unirse a Profano. Su extremada crueldad le aseguró un puesto clave en Legión del Abismo.

Desde el primer momento el guerrero denotó su habilidad y la mano dura con la que sentenciaba a aquellos que desobedecían sus órdenes. A Necrop no le gustaba hablar y menos repetirse.

Necrop jugó un papel fundamental cuando Gaus, el Segundo Señor del Mal, partió a la búsqueda de Profano. Se le nombró Primer Senescal de la Legión, puesto encargado de custodiar el Trono del Señor del Mal y de guiar a las fuerzas legionarias para que siguieran su propósito. Montanas era su fiel seguidor.

El mandato de Necrop el Cruel fue tiránico. La mano férrea del Senescal terminó con todos aquellos que intentaron hacerle sombra sin escatimar entre hordas y alianzas.

Su odio era tan intenso que le embriagaba como la sed de sangre que el cuerpo no-muerto le pedía, así que un día reunió a toda la Legión para entrar en Forjaz dando muerte a todo enano en uns tentativa de saciar su sed. Al termino de la batalla los legionarios volvieron pero Necrop permaneció ahí escondido entre las sombras durande cien noches asesinando a todo aquel que se le cruzara y bebiendo su sangre entre carcajadas mudas. Por ello Necrop se coronó Señor de la Forja y la Legión estuvo muy presente durante su mandato en todas las tierras enanas.

Pero un día la crueldad de Necrop le jugó una mala pasada, sus ansias de sangre se volvieron contra él y contra la propia Horda, dando así un motivo para ser condenado al exilio por Thrall. Desde entonces Legión del Abismo rompió lazos con la Horda y actuaría por su propio querer.

Por ello, y temiendo que la Legión fuera condenada por la Horda nombró al Segundo Senescal y abdicó sobre Padre Millán el Justo.

Una nueva y extraña era comenzó con el nombramiento del nuevo Senescal. Una época extraña y convulsa de traiciones, recelos y deserciones, pero también de gloria, de victorias y orgullo, una época de cambios que darían pie a mil historias de Azeroth.

Estado actual[]

Actualmente custodia sentado junto al Senescal Padre Millán el trono del Señor del Mal esperando su regreso. Se le puede ver aún de vez en cuando paseando en solitario por las afueras de Forjaz reafirmando su derecho a señorio.

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