Wiki Shen'dralar
Advertisement

No se porque razón hoy empecé a imaginarme la relación entre Micaiah y Zarzamora. Casi lo podía ver, el viento huracanado, la llanura cubierta de nieve, la tensión de la guerra en toda su magnitud y en medio de todo aquello un huevo perdido de dragón.

Micaiah cabalgaría sobre Atreyu acurrucada entre su capa de pieles con deseos de regresar al Templo y encontraría junto a una gran roca lo que podría pasar desapercibido como un trozo de saronita pero era un huevo. Esa noche no regresaría al templo pues el color del cascarón delataba aquello que mas temía, que la cria era perteneciente a la estirpe de los dragones azur, un enemigo. Todos los dragones rubis, esmeraldas, ambares... se habían unido contra la amenaza que representaba en aquellos dias los dragones azures que ambiciosos pactaban con el Rey Exánime.

Pensaría un nombre adecuado para el pequeño o la pequeña durante horas. Finalmente no llevaría un nombre épico o digno de un heroe pues aquel pequeño extraviado se criaría en territorio enemigo y no lograría hacer grandes cosas debido a su condición de traidor. No sería adiestrado para ser cabalgado por un jinete, ni siquiera podría darle el entrenamiento adecuado para la batalla, no se lo permitirían. Ese dragón para sobrevivir debería hacer las veces de compañero y poco más. Pero Micaiah ya se habría encariñado con él, lo tendría cubierto con sus pieles y ya no concebía la idea de devolverlo a la terrible tormenta. Sabía que si lograba sobrevivir algún dia tendría que luchar contra él y en ese momento al borde de la muerte ella lo reconocería y no sería capaz de matarlo.

Zarzamora, ese fue su nombre. Micaiah en sus ratos de ocio se dedicaba a la recolección de plantas silvestres y echaba de menos las tardes de septiembre recogiendo moras. En el norte siempre hacía frio y una capa fina de hielo cubría toda la flora. El pequeño nació al amanecer cuando la tormenta se apaciguó. Sus escamas eran de un color precioso azul cielo. Y desde entonces Zarzamora siguió a todas partes a Micaiah, da igual a donde vaya.

Advertisement